Sin duda Dixie y Mayerlen se han caracterizado durante el proceso de acompañamiento por su diligencia y responsabilidad. Sus aportes y reflexiones siempre fueron de gran calidad, lo que repercutió en el aprendizaje tanto de sus compañeras como en el mío. Puedo afirmar que el trabajo con ellas fue gratificante y enriquecedor.
Todo este esfuerzo y dedicación se ve reflejado en el diseño e implementación de su propuesta didáctica, la cual, aunque tuvo algunas dificultades logísticas, pudo culminarse con éxito y gran calidad, aportando elementos a su reflexión docente.
Estoy segura que este proceso de acompañamiento ha derivado y seguirá derivando en transformaciones reales de su práctica, pues su principal motivación siempre han sido los niños y su inmersión en las prácticas sociales como ciudadanos reales.
Ahora, les invito a ver el gran resultado de esta experiencia pedagógica y lo que se puede lograr cuando los maestros se dedican a profesionalizar su labor.